FAQ
Sesiones individuales
¿Cómo elijo un terapeuta? ¿Qué debo tener en cuenta?
Lo más importante que debes tener en cuenta es que se trate de un profesional cualificado para ejercer como psicólogo. Por tanto debe estar en posesión de la formación universitaria de Psicología, además de la formación específica en psicología clínica.
Otro dato que debes tener en cuenta, es que esté colegiado por el Colegio de Psicología pertinente; si tienes dudas, siempre puedes llamar al colegio de psicología y preguntar por el profesional al que quieres acudir para cerciorarte.
En la actualidad, a los psicólogos también se nos requiere la acreditación como psicólogo general sanitario, que también otorga el colegio de psicología. Sin esta acreditación, no se puede ejercer como terapeuta ni ofrecer el servicio de psicoterapia a los pacientes.
¿Sólo las personas que están hundidas son las que necesitan terapia?
No necesariamente debes encontrarte al limite, o totalmente deprimido/a para acudir a terapia. Sea cual tu objetivo, y sea lo que sea que te preocupa o no te hace sentir del todo bien, o cualquier mejora o cambio que quieras hacer, podemos trabajarlo en las sesiones, puesto que estás se adaptan a tus necesidades individuales y objetivos personales.
¿Cuánto dura la terapia?
No hay una duración estimada, cada caso es diferente, y siempre va a depender de el compromiso y la actitud con la que participes en tu proceso; Pero ten en cuenta que las primeras 2 o 3 sesiones serán para conocer tu historia, tus necesidades, tus expectativas y dar forma y diseñar tu proceso personalizado.
¿Qué duración tienen las sesiones?
Las sesiones suelen tener una duración aproximada de 60 minutos, ya que es lo terapéuticamente adecuado.
¿Qué frecuencia tienen las sesiones?
Depende de cada caso y situación, pero lo recomendable, sobretodo al iniciar una terapia, es acudir una vez por semana, para así poder comprometerse con el proceso y poder apreciar los cambios.
¿Qué tipo de terapia es la más adecuada para mi?
Depende de cada caso y situación, pero lo recomendable, sobretodo al iniciar una terapia, es acudir una vez por semana, para así poder comprometerse con el proceso y poder apreciar los cambios.
Cuando se trata de terapia, la forma más sencilla de entender cómo te puedes sentir es saber si el enfoque es activo o pasivo. La meta de todas tienen un mismo objetivo , ayudar al paciente a enfrentar los problemas de una manera efectiva y a encontrar la solución de un modo menos estresante.
Las terapias psicodinámicas, relacionales y humanísticas tienden a ser más pasivas. El énfasis es en la percepción y el terapeuta probablemente toma un papel más reflexivo. Esto es lo que consideramos como una terapia más clásica.
Las terapias de nueva generación, cognitivo-conductuales y contextuales, basadas en la atención plena y centradas en la solución tienden a ser más activas.
El énfasis está en cultivar el cambio de comportamiento a través de nuevas perspectivas y habilidades.
Los terapeutas que usan estos enfoques pueden ser mas directivos y pedirte que practiques herramientas fuera de la sesión.
Ambos enfoques son valiosos, pero elegir uno u otro dependerá de lo que estés buscando.
En mi experiencia, los enfoques pasivos son útiles si estás buscando un lugar para hablar y sentirse apoyado.
Sin embargo, los enfoques activos son útiles si estas motivado a concretar cambios o ganas de aprender nuevas habilidades y herramientas para aplicar a tu vida.
¿Cómo puedo dar el primer paso para iniciar una terapia?
Abrirse a un extraño nos hace sentir vulnerables y a menudo es aterrador. Sabemos que las relaciones, incluso aquellas con profesionales, son incómodas al principio porque nos cuesta salir da la zona de confort y nos sentimos expuestos.
Lo mejor que puedes hacer durante este tiempo de toma de decisiones es ser sincero contigo mismo/a y ser claro con lo que necesitas y cuales son tus expectativas. Así lo mejor es que hagas consciencia en ello y puedas exponerlo desde el principio.